El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, descartó un alto el fuego en la guerra contra el grupo islamista palestino Hamás y afirmó que su país no pretende gobernar ni ocupar la Franja de Gaza una vez termine el conflicto. Sobre el futuro de Gaza, Netanyahu dijo que el empobrecido y bloqueado territorio debe ser ‘desmilitarizado, desradicalizado y reconstruido’.
«Un alto el fuego con Hamás significa rendición», dijo a la cadena estadounidense Fox News, al explicar que no existe un «calendario» para la ofensiva militar. «Creo que el ejército israelí se está desempeñando excepcionalmente bien», señaló.
Israel ha prometido destruir a Hamás, considerado terrorista por la Unión Europea, después de que ese grupo lanzara una incursión desde Gaza el 7 de octubre, en la que murieron 1.400 personas, en su mayoría civiles, y capturara a unos 240 rehenes, según las autoridades israelíes.
Los bombardeos aéreos de represalia y la ofensiva terrestre de Israel han matado a más de 10.800 personas en Gaza, en su mayoría civiles y muchos de ellos niños, según el Ministerio de Sanidad de ese territorio palestino controlado por Hamás.